5 acciones rápidas para superar un día difícil

5 acciones rápidas para superar un día difícil

¿Sabias que tener un día ·malo· es normal?

Despertar y decir: hoy no tengo ganas de nada, no logro concentrarme, que agotamiento y agobio, no quiero trabajar, que horror hacer ejercicio, todos me caen mal: ES NATURAL.

Lo que no lo es, o al menos no debería de serlo es agarrar y decir “¡no debo sentirme así!” porque ese pensamiento solo conduce a la culpa y a la frustración; culpa porque el decir «no debo» implica que estás en falta, es decir que estás haciendo algo malo y frustración ya que al percibir una falta, nos dedicamos a intentar ocultar o eliminar el mal día, solo para damos de topes porque no podemos cambiar lo que sentimos solo aguantándonos o echándole ganas.

¿Se te ocurre cual es el resultado de abrirle la puerta a la culpa y a la frustración? tu día malo ahora es el triple de malo… básicamente estamos nadando contra corriente, y eso es agotador.

Para que esto no te pase, te comparto: 5 acciones rápidas para superar un día difícil que te garantizo funcionan:

1. Quitar el estigma → esto es lo más importante, tenemos que aprender a ver la incomodidad del día difícil desde la perspectiva correcta, esto implica reconocer que los días malos son comunes, esperados y normales. Piensa esto, las mareas suben y bajan, no todo florece en las mismas condiciones, las estaciones terminan, es decir, todo cambia y nada es permanente: hay ciclos. Así funciona la naturaleza y así funciona nuestra vida, todo esta cambiando constantemente, todo es transitorio, todo se agota, todo se transforma y todo regresa como un búmeran: situaciones, creatividad, productividad, motivación, emociones, hormonas, relaciones y pensamientos van y vienen…por lo que tener un mal día con razones o sin razones obvias: es normal. La vida es cambio y sentir ocasionalmente falta de motivación, agotamiento, fastidio, hartazgo: es normal, esperado y más común de lo que te imaginas, pero ¡nadie habla de ello! porque nos da pena tener días malos, porque sentimos culpa de experimentar emociones negativas, porque nos han enseñado que siempre tenemos que estar bien; pero la realidad es todo lo contrario, recuerda que para que exista orden también tiene que existir el caos… la acción de quitar el estigma simplemente requiere de que nos digamos: esta bien experimentar estas sensaciones.

2. Reconoce que las emociones: pasan → este punto tiene tres componentes 1. ninguna sensación dura toda la vida, de nuevo, todo es transitorio; 2. lo único que la incomodidad, emoción negativa, experiencia agobiante demanda de ti es que le des su lugar y 3. cuando le das su lugar a una emoción esta pierde intensidad, cuando no le das su lugar esta se intensifica…La acción en este punto se trata de que ahora que ya eliminaste el estigma de que está mal y entiendes que es normal y natural, te decidas a experimentar el día malo, que le abras las puerta y sientas, sin juzgarte, sin intentar hacer nada, es decir, qué te rindas a la emoción. Te prometo que notarás como cuando haces esto: 90% de las veces todo lo “malo” termina más rápido de lo que te imaginas… siempre le digo a las personas que toman mis programas o son mis pacientes que las emociones son como las olas, si estás en el mar y ves una ola ¿qué haces? 1. endureces el cuerpo y dices ¡no quiero la ola! o 2. relajas el cuerpo y flotas mientras dices ¡ah, va pasar una ola!.. si elegiste la primera opción probablemente termines en la playa, con el traje de baño lleno de arena, con raspaduras y recuperando el aliento porque la ola te arrastro, si elegiste la segunda opción probablemente sigas flotando relajadamente en el mar después de que paso la ola… la ola va pasar, tu decides cómo la quieres experimentar. Las emociones cuando no les damos su lugar son arrolladoras, lastimosas y hasta peligrosas, cuando creamos el espacio para que sean son inofensivas.❀ Si no tienes idea de cómo abrirle la puerta a tus emociones, te recomiendo el siguiente ejercicio toma una hoja y escribe en ella todo lo que esta haciendo a este día incomodo: física, emocional y mentalmente, hasta que se agote todo lo que tienes que expresar, asegúrate de que nada se quede guardado y luego guarda esa hoja o tírala, sólo queremos soltar la carga y permitir que todo lo que nos abruma tenga un espacio. Suena sencillo pero te aseguro que te sentirás mejor al terminar, claro para que esto suceda necesitas escribir en completa libertad y sin censura.

3. Deja de presionarte → deja de poner el valor en el “hacer” no eres una persona más valiosa por lo que haces o no haces en tu día. Vivimos en una sociedad que castiga el descanso, pareciera que lo saludable es ser 100% acción, creatividad, productividad, trabajo… la pila sin embargo no es infinita, tenemos que recargarla y muchas veces un día malo sólo es un indicador de que ya estamos en reserva; por lo que lo más gentil que puedes hacer en esos momentos es: bajar el ritmo. No te estoy pidiendo que te tomes el día libre o que no atiendas a tus responsabilidades, eso rara vez es posible, lo que te pido es que por hoy (y de paso siempre) no te demandes tanto, que encuentres contento y satisfacción en el suficiente, deja de buscar la perfección y relájate un poco… Esta acción implica dar tu mejor esfuerzo, que no es tu 100% pero es suficiente para las condiciones del día: entrega lo que puedes, posterga, delega, elimina.

4. Cambia de lentes → ocasionalmente si la ola emocional negativa ya nos arrastro, terminamos tirados en la playa sin aire, con niveles de incomodidad al 1000% lo que puede llevarnos a ponernos unos lentes con una graduación muy específica que ocasiona que veamos la vida con tintes de miedo, enojo, tristeza, agobio, es decir estos lentes magnifican lo negativo y aunque la ola ya paso hace horas: seguimos metidos en la ola imaginaria y creo que puedes entender lo tóxico y lastimoso que es esto; así que esta acción implica: cambiar de lentes y para cambiar la graduación de los lentes que usamos nada mejor que algo llamado gratitud. Toma una hoja y escribe al menos 5 cosas por las que te sientas gratitud relevantes al día, es decir, evita escribir cosas como «siento gratitud de estar con vida», «agradezco tener comida», «agradezco tener salud» ¿por qué? porque ¡puedes hacerlo mejor que eso! cuando comenzamos con este ejercicio escribimos lo fácil, lo que hemos aprendido que es correcto agradecer, pero para que este ejercicio funcione te tienes que ir por los detalles, por lo que realmente hace vibrar tu corazón en el presente, los pequeños guiños de complicidad con la vida, que nada tienen que ver con los grandes gestos de la vida como que no tengas que preocuparte por tener un techo para dormir… ¿ejemplos? «agradezco el mensaje que me enviaron que me hizo reír, realmente tengo amigos increíbles», «agradezco el horrible tráfico de hoy porque me permitió escuchar ese disco que tanto me gusta y cantarlo a todo pulmón detrás del volante», «agradezco a la persona que me dijo “buen día” en la calle ya que me saco una sonrisa»… en fin, siempre hay algo especial, hasta en los peores días…

5. Medita → esta es una de las herramientas más poderosas, 5 minutos pueden transformar cómo te sientes y ayudarte a abordar un día complicado desde una postura más amable y relajada. Te comparto esta meditación que forma parte de mi programa Reto Detox, el guía es mi querido amigo Juan José Sierra (maestro de yoga en Casa CorazOM en Mérida y facilita talleres de desarrollo humano, puedes contactarle al correo [email protected]) que te acompañará para entrar en un estado de calma activa, escucha aquí.

Por cierto si te apasiona la idea de experimentar un mayor bienestar y lograr tus metas de salud antes de que termine el año, date la oportunidad de conocer toda la información del Reto Detox ya que podría ser justo lo que estás buscando, ir a la información

Terminamos, pero antes de cerrar esta pantalla me gustaría que tomaras una decisión ¿qué acción te sientes con la motivación suficiente para implementar la próxima vez que tengas un día “malo”?

Deseando que los días malos sean más llevaderos,