Los scones son una de mis cosas favoritas del mundo mundial, son un pan sencillo, no necesariamente dulce ni tampoco esponjoso, usualmente se sirven con el té o el desayuno y el chiste esta en lo que lo acompaña: crema, mermelada; son similares a los bisquets pero estos últimos suelen ser tener una textura más fluffy.

Necesitas:

500 gramos de harina
2 cucharaditas de polvo para hornear
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de sal
110 gramos de mantequilla fria cortada en cubos pequeños
300 ml de kéfir o leche

Mezcla harina, polvo para hornear, azúcar y sal, cierne con la ayuda de un colador y coloca en el procesador de alimentos con la mantequilla. Combina hasta lograr una textura que asemeje a una arenilla, lo que queremos es que la mantequilla se quiebre y se mezcle con la mantequilla. Hacemos esto con el procesador de alimentos para evitar calentar la mantequilla.

Coloca la mezcla en un tazón y crea un hueco en medio del bowl, es decir mueve hacía los lados la mezcla de harina y deja el centro libre de, en este hueco sirve la leche y con la ayuda de un tenedor comienza a integrar la mezcla de harina con la leche. Cuando este ligeramente todo integrado, enharina ligeramente tu mesa y/o una superficie plana y vacía la mezcla ahí, amasa para terminar de integrar la masa, esta no se debe pegar a tus manos, extiende la mezcla con la ayuda de un rodillo o vaso, deja un grueso de 2 cm más o menos.

Si gustas agregar otros ingredientes para darle más sabor: ralladura de limón, moras, chispas de chocolate… te sugiero agregarlos al momento de colocar tu masa en la mesa, para poder integrarlos a la mezcla al amasar con tus manos.

Tienes dos opciones para formar tus scones con la ayuda de un cuchillo corta la masa como si fuera un pastel y forma rebanadas triangulares, esto funciona mejor si al extender tu masa esta queda con una forma cirular, o si prefieres usa un cortador de galletas o un vaso.

Coloca en una bandeja los scones; bate un huevo y con la ayuda de una brocha de cocina, barniza por encima los scones para que se doren, si no te gusta o prefieres omitir el huevo puedes usar leche, kéfir o aceite.

Hornea a 190°C y/o 375°F por 15 a 20 min.

Sirve con mermelada, mantequilla, cotted cream o con lo que más te guste.